Después de ti
nada tomé en serio,
llené de momentos
todos los espacios vacíos
donde no estuviste…
Estuve sin nadie durante un tiempo,
acostándome con algunas
por una noche y nada más…
Luego busqué una relación,
duré un mes,
la soledad me gustaba más
y busqué intimidad,
en dos meses lo conseguí…
Varios días sin compromiso,
después intenté otra relación
y no eras tú,
era yo, era ese amor
que, después de todo,
no lo había sacado de mí…
por eso, por más amor que tuve,
yo no pude olvidarte,
con ella sólo disfrutaba hacerlo,
porque yo no me sentía completo…
Le fui infiel rápido
y nuevamente intenté no volver a hacerlo,
pero conocí a otra mujer,
por quién la dejé,
y con ella busqué llenar el vacío que dejaste tú,
y tomé en serio la relación,
duré más tiempo que las otras;
pero, también, no me pude controlar…
Le fui infiel con alguien que acababa de conocer,
pero nunca le conté, seguí para adelante,
duré un buen tiempo,
tratando de olvidarte,
de llenar el vacío que dejaste,
hasta llegar a pensar que me enamoré,
pero cómo ella en la realidad no existía,
porque todo su fue mentira…
Y yo, siempre pensaba en ti,
pensaba que ella eras tú;
por eso, siempre miré lo ideal de ella,
esa imagen tuya que nunca pude olvidar…
Sé que me culpabas
por tu torpe desgracia estacionaria,
y me dolía y me gustaba,
porque así sabía que me amabas,
disimuladamente me celabas…
Y cuando te dije que me casaba,
pensé que nuestra historia se arreglaba,
pero estaba tan dañada
que nada lo iba a cambiar,
pero al menos la pude dejar…
Y a pesar que aún sé que me amas,
te intento olvidar…
porque lo nuestro nunca será real
será siempre una distancia,
esa que es la única forma
en la que todos estos años nos pudimos amar,
en silencio y entre líneas…
Y por eso hoy, escribo estás líneas,
escuchando aquella canción de Sanz,
que hicimos nuestra,
cuando los dos nos pusimos a cantarla,
la última vez que nos vimos en persona…
